Feng Shui en la oficina
En el acelerado mundo laboral actual, nuestro entorno influye mucho más en nuestra productividad de lo que lleguemos a imaginar.
El Feng Shui, el antiguo arte chino de organizar los espacios para favorecer el equilibrio y la armonía, puede ser una herramienta poderosa para transformar tu lugar de trabajo. Con solo unos ajustes bien pensados, puedes favorecer la concentración, la creatividad y el bienestar, ya sea que trabajes en una oficina corporativa, en un espacio de coworking o en una oficina en casa.
Uno de los principios clave del Feng Shui para aumentar la productividad es la “posición de mando”. Esto significa colocar tu escritorio de manera que tengas una vista clara de la entrada mientras estás sentado, preferiblemente con una pared sólida o un respaldo firme detrás de ti. Este orden crea una sensación de seguridad y control, reduciendo el estrés y permitiéndote concentrarte mejor en las tareas importantes.
Si no es posible colocar tu escritorio así, un espejo que refleje la entrada puede ser una excelente alternativa. Esta modificación tiene un efecto positivo en tu comodidad y concentración del día.

La luz natural y el aire fresco son esenciales para mantener un espacio de trabajo positivo y con mucha energía. Colocar tu escritorio cerca de una ventana siempre que sea posible, o utiliza iluminación de espectro completo para simular la luz del día si tu espacio carece de ella. Una iluminación deficiente puede causar fatiga, mientras que una luz equilibrada ayuda a mantenerte motivado.
Agregar plantas es una forma sencilla y eficaz de fortalecer tu entorno. Las plantas no solo mejoran la calidad del aire, sino que también introducen el elemento madera que simboliza crecimiento y vitalidad en el Feng Shui. Variedades de bajo mantenimiento como los lirios de la paz, el pothos son perfectas para dar vida a tu espacio sin añadir trabajo extra.
En el Feng Shui, el desorden se considera energía estancada que bloquea el progreso. Un escritorio desordenado puede pesarte inconscientemente y frenar tu creatividad. Solo ten a la mano lo que uses a diario, y guarda el resto ordenadamente en cajones.
El desorden digital también cuenta. Dedica un poco de tiempo cada semana a ordenar tu bandeja de entrada y organizar tus archivos. Un espacio digital limpio refleja un espacio físico ordenado, creando claridad mental y una mayor sensación de control.
El Feng Shui no se trata de reglas estrictas, sino de crear un entorno que apoye tus objetivos y te haga sentir bien. Cuando disfrutas de tu espacio de trabajo, la productividad fluye de manera natural.
Intenta introducir uno o dos cambios y observa cómo influyen en tu estado de ánimo y rendimiento. Con ajustes conscientes y un enfoque sensato, tu espacio de trabajo puede convertirse en una fuente de motivación, equilibrio y bienestar.
